EL SUR TAMBIÉN EXISTE

Si fuesen míos los paños bordados de los cielos, tejidos con luz de oro y plata, los paños azules, sombríos y oscuros de la noche, la luz y el crepúsculo, los tendería a tus pies. Pero yo, siendo pobre, sólo tengo mis sueños. he esparcido mis sueños bajo tus pies. Camina suave porque pisas mis sueños. w.b. Yeats





"Pero aquí abajo abajo,cerca de las raíces,es donde la memoria ningún recuerdo omite. Y hay quienes se desmueren y hay quienes se desviven y así entre todos logran lo que era un imposible. Que todo el mundo sepa que el Sur también existe" Mario Benedetti.


"Un escritor es algo extraño. Es una contradicción y también un sinsentido. Escribir es aullar sin ruido" M. Duras http://t.co/


domingo, 26 de enero de 2014

RELOJ DE ARENA.(descripción de un objeto) Ana María Manceda



                                         



                                 
Elegí este objeto pues en él está como sellado todo el tesoro de mi juventud, como los insectos atrapados en el ámbar.
Es un regalo de mi hermano René y me acompaña desde hace  cuarenta y siete años. Ha sido testigo de mi vida de estudiante en La Plata, lo que es decir horas de intenso estudio, charlas interminables con compañeros sobre el origen y evolución de la Tierra,  mientras por los ventanales de la facultad  nos invadían narcotizantes olores, de las plantas exóticas que exhalaba el bosque
que nos rodeaba: tilos, palos borrachos, magnolias, eucaliptos, naranjos. Época maravillosa de fiestas, amores, alegría, asombro e incertidumbres. Recuerdo a  los Smilodontes a ambos lados de las escalinatas del Museo de Ciencias Naturales como  custodiando nuestras esperanzas.
        Es un reloj de arena, incrustado en un cuerpo prismático triangular, suave al tacto, dos de sus ángulos aparecen rotos, pero esto no empalidece la belleza de este reloj con su arena color fucsia que a pesar de los años cae inexorable marcando el paso del tiempo. -                                    


miércoles, 8 de enero de 2014

MIENTRAS CAE LA NIEVE. ANA MARÍA MANCEDA

MIENTRAS CAE LA NIEVE. ANA MARÍA MANCEDA.(Seleccionada en certámen internacional para antología “Pinturas literarias” Editorial Novelarte.Córdoba.Argentina 2006)




Increíble, estaba ahí. Como siempre luciendo ese toque de irrealidad ¡ Qué manera de nevar! Los copos caen sobre su cabello rubio y su largo tapado negro. Su visita me iluminó estos días. Muy gracioso verla llegar después de un día de viaje en ese armatoste antediluviano.
-¡ Es maravilloso como vivís!
No opino lo mismo, yo andaba en La Plata de tacos altos y minifalda, ahora aquí, en este valle glaciario, estar cortando leña con una camisa de lana y muerta de frío, no lo veo maravilloso, pero sí mágico. ¡Bueno! dejá el tango, el encierro me permite leer mucho, tejer chalecos sin forma, mientras se hace el puchero, cuatro horas por lo menos, en la salamandra, con peligro de incendio en el techo de chapa por las piñas que puse de más para avivar el fuego, y leo y tejo la lana y los recuerdos que van llenando la pequeña cabaña hasta engordarla.
-Hola, estás aquí. Sus guantes espantan la nieve como cuervos aleteando en el país del silencio. Silencio..silencio.
-¡ No me digas que no hay una emisora argentina!
Y no, solo chilenas
-¡ Qué música romántica pasan! Con razón son tan prolíficos, todo esto te hace olvidar de lo que pasa en Buenos Aires. Y sí, pensar que Isabelita esta cerca de aquí, en La Angostura. Ni sabés lo que se comenta, cosas terribles ocurren en la Capital.
N
o, no, sólo recordar un poco lastima, me veo en el tren, es continúa esa imagen. Adiós, y vos y los otros amigos, las manos en alto, las miradas brillantes. ¡Flash, flash! ¡ Kaputt, kaputt!
-Te invito, salgamos por la noche. En la colina está el casino, es un mundo distinto al nuestro, de paso te cuento la visita del ingenieri ¡Estaba tan emocionado cuando vió el cambio de vida que hice!
Salimos, la noche estaba confusa por las chispas de nieve. Subimos caminando.          -Tranquila, despacio,te espero. 

Y ahí viene, subiendo la cuesta en cámara lenta. Al verla me cachetean los recuerdos         ¡ Tantas cosas vividas! ¡Qué lejos quedaron nuestras discusiones sobre la evolución de las especies! Pero es ella. ¡ Lástima ese rictus duro y obstinado de su cara! Es muy linda, se sorprende por todo .
-Mirá, mirá, desde aquí se ven las luces del pueblo. ¡Qué belleza!
El humo de las chimeneas queda suspendido entre las luces y el llanto de nieve.

-Ni bien entremos nos tomamos un café irlandés, es riquísimo, nos va a hacer entrar en calor.
-Sí, yo me voy a pedir uno con doble wisky.¿ Es cierto que el flaco ingenieri lloró cuando te vio cortar leña?
-Sí , me abrazó y lloró, no lo podía creer, seguro era la heroína de sus fantasías, no pudo convencer a su mujer de vivir en la chacra del Bolsón, ella es muy bonaerense, vivir en el sur para él es una utopía.
-¿ Estamos muy lejos de su chacra?
-Y sí , doscientos kilómetros.
Llegamos, nos cuesta el último tramo, el edificio iluminado se ve imponente.
- Es bello- dice impresionada.
- Es muy confortable pero a la gente no le gusta el diseño, no va con el estilo del pueblo. Dame la mano, la nieve está congelada y te podés resbalar, ya no uso taquitos, ahora uso zapatones de suela de goma bien marcados, evita que te resbales y te rompas el alma.
-No te hagás problema, el alma se me rompió hace rato.
Tus ojos amiga, de azules se volvieron negros, profundos, heridos de despedidas, toda la luz de una época quedó absorbida en esa oscuridad.
-Bueno, vamos a divertirnos, adentro vas a ver, es un despelote.
-¿Estoy bien? ¿ No me despeiné? Já...já...

- No, la nieve está bien seca, te sacudís y listo.
-Che¿ Me dejarán entrar? ¿No tengo cara de menor?

- Já...Já.. Seguramente. Entremos, ¡ Qué bueno! ¡ Qué placer! Calor y luces, luces.
-Che y esas pitucas ¿De dónde salieron?
-Y bueno, son de otro ambiente se alojan aquí, vienen a esquiar y por la noche bajan al Casino.
-Debe ser carísimo una noche aquí. Y sí. ¡ Hum..! Qué ceremoniosos los croupiers, smoking negro, son solícitos. El ambiente es bastante silencioso a pesar de la cantidad de gente, música suave
-¡ No va más...! 

Estamos hundidas en los mullidos sillones, el café irlandés me hizo entrar en calor, la escucho entre una nebulosa, por un rato le saco la lengua al destino y al tiempo, me siento feliz, tengo que disfrutarla, es una parte, una región de mi historia en este lugar lejano, diría que muy lejano. Otro irlandés, se huele a perfume importado, se escuchan ruidos de azar y risas contenidas. Chin, chin, olvidemos amiga, olvidemos ¿Qué será de nosotras? Los solícitos smokinados hacen girar la rueda. Las pitucas apuestan. Nos reímos, viajamos por los recuerdos haciendo malabarismos entre una fina malla para no caer en la nostalgia. Por los grandes ventanales, iluminada por las luces del parque, se ve caer la nieve de manera porfiada ¡ No va más... no va más! Luego se escucha cómo la pequeña esfera salta en la rueda que comienza de nuevo a girar.***