Me aferro a las hojas de los tilos
ahí me arrullo, ahí me adhiero.
Soy la humedad del tiempo
soy el olfato, todo el olfato.
No voy a despedirme, estaré ahí
siempre.
Quizás cuando el otoño avance
formaré con las hojas el humus de
los suelos
y renaceré en primavera.
Así, entre cada otoño y cada
primavera
estaré adherida a las hojas de los
tilos.
Del suelo al árbol, del árbol al
suelo
como entreteniendo al tiempo
como engañando al tiempo.
Así jugando con las lágrimas
que surgen desde la humedad del
tiempo,
del olfato, de las grandes
distancias
todo, todo eso …
para jamás decir adios.***
En antología Editorial Dunken 2011.
Precioso
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