Lin Yutang 林語堂/林语堂 (Fujián 1895-Taiwán 1976) fue una de las figuras intelectuales más relevantes de la China republicana y, probablemente, la más reconocida en su tiempo a nivel internacional, gracias a sus esfuerzos por promover la cultura y la literatura de China en Norteamérica y Europa a través de los entonces incipientes circuitos de la industria editorial. Esta visión cosmopolita tuvo mucho que ver con su entorno familiar.
Nació en una pequeña localidad en las montañas cerca de Amoy (actual Xiamen), hijo de un ministro presbiteriano chino. Por inercia familiar, Lin fue educado en la Universidad Saint John de Shanghái, donde recibió una formación de corte “occidental” y en inglés. Su temprana exposición a esta lengua explica su posterior capacidad para expresarse en ella con un estilo propio y depurado. No obstante, también tuvo la oportunidad de formarse en la tradición china en sus años en la Universidad Tsinghua de Pekín, donde estudió entre 1916 y 1919. Posteriormente, marchó a Estados Unidos, a la Universidad de Harvard, para continuar sus estudios en el departamento de Literatura Comparada. Las dificultades económicas personales lo llevaron a marcharse de Estados Unidos a Francia y, más tarde, a Leipzig (Alemania), donde se doctoró en lingüística.
En 1923 regresa a China y trabaja como profesor en la Universidad de Pekín. En estos años, dominados por el personalismo de los Señores de la Guerra, Lin se ve inevitablemente abocado a pisar las movedizas arenas de la política. Su actitud crítica en algunos aspectos le granjeó ciertos inconvenientes que le hicieron marcharse de nuevo a Amoy. En 1927 forma brevemente parte del ministerio de Exteriores del gobierno del KMT, pero ese mismo año, decide mantenerse al margen y no implicarse en política –al menos de forma clara y directa.
Lejos de la marabunta de los gobiernos, Lin Yutang se dedica de lleno a su labor académica como lingüista y a la literatura. En estos años de remanso y visión distanciada de las cosas, edita una revista, Lun Yu. El nombre de la revista, que hace referencia a la obra atribuida a Confucio, suponía toda una toma de partido en una época dominada por el Movimiento de la Nueva Cultura, que precisamente consideraba la tradición como un lastre del que China debía deshacerse para avanzar. Lin, por el contrario, concedía valor al legado de la tradición, razón por la que su revista se ganó el rechazo de figuras de la izquierda como Lu Xun.
En estos años escribe, a instancias de la novelista estadounidense Pearl S. Buck, el libro Mi país y mi gente (吾國與吾民), con la idea de “explicar” china al mundo occidental. Publicada en 1935, se convirtió en un enorme éxito de ventas y popularidad.
La clave del éxito estadounidense de Lin Yutang en los años 30 puede explicarse por su estilo sofisticado y, al mismo tiempo, cercano al lector, jugando también con cierto toque de “exotismo” y una pátina de “sabiduría milenaria para los tiempos de hoy” que garantizaron su éxito comercial.
La inercia del éxito y las prometedoras perspectivas que se le auguraban lo llevaron a regresar a Estados Unidos, donde continuó publicando en inglés artículos y libros como The Importance of Living (La importancia de vivir, 1937) o la novela Moment in Peking (Momento en Pekín, 1939). Cuando esta última se publicó, la guerra ya había comenzado en China. Con China invadida por Japón y varias facciones chinas enfrentadas, Lin fue politizándose de nuevo en sus escritos para defender la causa de su país. Sin embargo, con la Guerra Mundial ya tocando a su fin, su popularidad fue decayendo. En ello tuvo que ver el cariz menos congenial y más crítico de algunas de sus publicaciones, como Between Tears and Laughter (Entre risas y lágrimas, 1943), en la que calificaba “Occidente” de racista e imperialista. La fría acogida lo llevó, de nuevo, a alejarse de temas de actualidad y concentrarse en la tradición.
En los años siguientes Lin se dedicó a la traducción y el estudio de la literatura y el pensamiento antiguos, siempre con la perspectiva de su difusión entre el público europeo y norteamericano.
Tras unos años difíciles y de estrecheces económicas, en los que pasaron por Francia, Singapur y Nueva York, y sin poder regresar a China por sus desavenencias ideológicas con el gobierno comunista, Lin marchó a Taiwán en 1965, con ocasionales estancias en Hong Kong. En estos años redacta el Diccionario Chino-Inglés de Uso Moderno, uno de los hitos de su carrera, junto con la invención de una máquina de escribir para el chino, la Mingkwai. Fue nominado en varias ocasiones al Premio Nobel de Literatura.
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